Hoy en día muchas personas tienen la posibilidad de tener un drone, y la mayoría destinan su uso al entretenimiento, como capturar imágenes de eventos, filmar videos, etc., pero quienes se dedican a la exploración minera ven en este equipo una gran herramienta para la caracterización de minerales. Este método busca reemplazar las técnicas tradicionales usadas en geociencias, proporcionando información científica con altas resoluciones que permiten realizar trabajos detallados en diversos campos de la geología. Es un sistema menos costoso para las empresas y clientes que deseen adquirir este servicio.
Dentro de los estudios geofísicos, la magnetometría es una técnica que proporciona información de las propiedades magnéticas de las rocas, útil para prospectar hierro, cobre, oro, etc. La presencia de estos materiales magnetizables que se encuentren en el subsuelo puede alterar el campo magnético de la tierra, destacándose, por ejemplo, la presencia de magnetita, la cual está asociada a yacimientos de hierro. Estos yacimientos producen un campo magnético inducido (generan su propio campo magnético), y básicamente un magnetómetro va a determinar las anomalías magnéticas en la superficie terrestre que puedan ser producto de estos yacimientos.
Por esta razón, especialistas han medido estas propiedades a través de un magnetómetro aerotransportado por un drone, el cual vuela a baja altura sobre el área de interés. Los datos adquiridos en terreno son procesados y por último transformados en un modelo tridimensional que se utiliza para interpretar la geología y la mineralización en profundidad. Esta metodología de adquisición es mucho más rápida y rentable que la magnetometría terrestre, y por lo tanto representa un método más atractivo para la exploración.