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Para algunas aplicaciones como la determinación de estabilidad de taludes o la caracterización estructural geológica del subsuelo, el conocimiento de la anisotropía es primordial.

AguaEx Geociencias ha adaptado diversas metodologías geofísicas con el propósito de identificar anisotropía en el subsuelo somero y dar respuesta a problemas de drenajes e infiltración, cambios en las propiedades del medio en busca de posibles alteraciones y/o con el objetivo de mantener el factor seguridad en los proyectos de nuestros clientes en, al menos, el mínimo requerido.

Los métodos geofísicos conforman uno de los pilares fundamentales para la exploración y prospección minera dado que permiten una gran resolución lateral y vertical frente a otros métodos invasivos como las perforaciones, permitiendo encontrar y delimitar cuerpos de interés, como pórfidos, o detallar medios estratificados para el seguimiento adecuado de capas, mantos o incluso la identificación de vías de migración de fluidos.

No obstante, al ser métodos indirectos, las consideraciones y adaptaciones que se hacen para su uso y simplificación de las técnicas obligan a acotar el rango de escenarios sobre los cuales trabajar y procesar los datos. Un ejemplo de ello se ve en sísmica de reflexión, donde las consideraciones de entrada al método son la existencia de un medio de capas planas, homogéneas e isotrópicas. En este sentido, cualquier característica residual después de las correcciones, puede ser considerado como un fenómeno intrínseco del medio. 

Es acá donde la anisotropía juega un papel importante sobre todo en prospección somera, ya que tal como es definida, la anisotropía se presenta como el cambio de las propiedades físicas de los medios en diferentes direcciones. Estos cambios en sus propiedades pueden estar influenciados por múltiples factores: estratificación, exfoliación, diaclasas, cambios de facies, discontinuidades (fallas o fracturas), alteraciones.

En un levantamiento sísmico, la anisotropía podría ser identificada en función de los tiempos de viaje relacionados con la dirección del levantamiento (azimut). Por ejemplo, un perfil 2D que tiene una imagen del subsuelo clara; frente a un perfil transversal a este, que en las mismas condiciones presenta amplitudes distintas y ocurrencia de eventos diferentes. En este caso se hablaría de cambios de las propiedades en una dirección particular o una dirección preferencial de la fracturación en función del sistema de esfuerzo local.

Otro ejemplo claro de anisotropía podría darse al realizar un análisis de estabilidad de taludes en los rajos, ya que en este caso es de vital importancia conocer si las discontinuidades (fallas y fracturas) son paralelas al talud. De darse esta condición, se pudiese desarrollar una superficie de ruptura a través de una familia de discontinuidades y provocar inestabilidad en el rajo y por ende deslizamientos de masa