El método sísmico de pozos tipo Downhole consiste en generar ondas sísmicas en la superficie, mediante golpes verticales y horizontales que se ejercen a una placa ubicada a una distancia de 1 a 3 metros aproximadamente del pozo. Como resultado se tienen los tiempos de llegada de las ondas de compresión, ondas de cizalla, ondas verticales y horizontales.

Las pruebas sísmicas en pozo permiten obtener parámetros elástico-dinámicos de los materiales del subsuelo de manera puntual y estimar el comportamiento dinámico del sitio. Este método provee la más alta resolución para perfiles de onda de corte y no presenta limitaciones para detectar inversiones ni capas delgadas.

Dentro de sus aplicaciones principales es método nos permite determinar contactos litológicos, determinación de velocidad de propagación de las ondas de corte y clasificación de suelos según el DS61, realizar diagnósticos de pozos, complementar la de interpretación del subsuelo.

Una de las grandes ventajas del Downhole es que se necesita poco tiempo para realizar la adquisición de datos en terreno y como consideración previa al levantamiento, es importante que el pozo esté bien encamisado para asegurar un buen acoplamiento sísmico entre los sensores y las paredes del pozo (ASTM D 4428/D 4428M – 00, Standard Test Methods for Crosshole Seismic Testing), de lo contrario, la presencia de fluidos puede directamente en la calidad de los datos.