Los métodos electromagnéticos son utilizados para mapear la estructura de la resistividad del subsuelo. El principio del método se fundamenta en la respuesta del terreno a la propagación de campos electromagnéticos.

De manera específica, el mapeo electromagnético es un método utilizado en la exploración geofísica para analizar el comportamiento de campos electromagnéticos inducidos en el terreno a partir de la medición de la conductividad eléctrica de los materiales, relacionada directamente con su porosidad; composición química del agua presente en el espacio poroso de la roca; y en menor medida, la conductividad de los granos minerales.

Esta metodología es útil para identificar aguas contaminadas, localizar aguas subterráneas, tuberías y/o conductores metálicos. Además, en cuanto a la logística, el equipo brinda la posibilidad de ser operado por una sola persona, y se pueden cubrir amplias áreas con una buena cantidad de mediciones en un tiempo corto. No obstante, es importante considerar que este método se ve influenciado por elementos metálicos presentes en las áreas de estudio, disminuyendo la certidumbre de los datos en estas zonas, por lo que se debe procurar realizarlo en áreas libres de estructuras metálicas.