La interpretación a partir de integración de métodos geológicos, geofísicos, geoquímicos, entre otros, es la etapa fundamental para finalizar el proceso de exploración o prospección en terreno de un estudio geofísico. A partir de la interpretación de los datos adquiridos, es posible obtener una óptima modelización de la zona de estudio. Por eso, se considera que la interpretación correlaciona las propiedades observadas mediante la adquisición y procesamiento de datos en terreno, con los elementos geológicos presentes.

Básicamente, la interpretación geofísica consiste en todas las operaciones que son consideradas como la transformación mecánica de las imágenes obtenidas en el procesamiento a partir de los datos, en una imagen final del suelo estudiado en profundidad, basados en criterios geológicos y propiedades físicas conocidas.

Cuando se cuenta con información geológica se puede tener mayor certeza en las interpretaciones geofísicas, dado que ambas deben guardar relación, la geofísica debe responder a los comportamientos geológicos, y bajo esta consideración se pueden distinguir topes y bases de estratos. Por ejemplo, existe una correspondencia entre el comportamiento de la resistividad eléctrica y el grado de saturación del terreno y presencia de humedad, de igual modo, en la aplicación de métodos sísmicos es posible identificar la presencia de fallas, zonas de fractura mediante el contraste de velocidades.

El objetivo principal de la interpretación de datos geofísicos es uno de los elementos más importantes para el éxito de los programas de exploración de hidrocarburos, y a lo largo del tiempo ha constituido un gran aporte en el rubro minero, por las ventajas que ofrecen los métodos geofísicos. Es así como, además de los avances tecnológicos en adquisición y procesamiento de datos, y la sofisticación de los softwares actuales, la interpretación sigue siendo un aspecto desafiante por proyectar la reconstrucción de la historia geológica y materiales del subsuelo, contenida en un set de datos.